Tu ciudad natal puede determinar si llegaras al compromiso

Éxito o fracaso determinado desde la cuna

Aunque la tasa de certeza no está claramente establecida, un estudio ha determinado el rumbo que llevan las relaciones amorosas de las personas basándose en su lugar de crianza, entiéndase que no se trata de la crianza que el individuo haya recibido en casa sino la formación de calle, esa que se adquiere con el día a día al codearse con las personas que nos rodean en nuestra vida cotidiana y es que dicho entorno no solo forma el carácter de la persona sino que condiciona su visión en cuanto a lo que es una relación amorosa ideal; hablemos de cuatro tipo de urbes y de cómo afectan a las personas a la hora de sus relaciones, no tan solo basadas en que tuviste mala suerte y no naciste exactamente con el rostro de Brat Pitt. Nada es impossible en este mundo, solo depende de como juegues tu juego.

Urbes que no descansan

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Ciudades que nunca están quietas

Este tipo de entorno podría compararse con el de una jungla agresiva en donde es el más apto quien sobrevive, solo que estas junglas están hechas de asfalto y rasca cielos. Aquí las personas viven en constante competencia, sus días parecen tener 25 horas y sus semanas 8 días, al estar defendiéndote constantemente para poder destacar entre un millón de individuos con las mismas capacidades que tú, el detenerse a apreciar las cosas no es algo que se permita hacer en la rutina diaria, el sexo es como un convenio en el que ambas partes le dan a otro lo que necesita a cambio de recibir lo que hace falta. Así pues las relaciones que nacen en éstas urbes son explosivas y fugaces; para poder llegar al compromiso primero debes salir de la ciudad.

Urbes en donde se respira el amor

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Ciudades de culto al romance

El romance como medio de atracción turístico alimenta a estas ciudades, es un lugar al que vas a enamorarte y obtener tu “vivieron felices para siempre”, sin embargo, para los lugareños de estas ciudades, las relaciones de pareja son diferentes a como las venden a los extranjeros. Existe un proverbio que dice “nadie es profeta en su tierra” por lo que éstas personas tienen todo lo necesario para poder establecerse en una relación con un compromiso a largo plazo sin dejar que la llama del romance se extinga, pero lamentándolo mucho les va mejor usando todo lo aprendido lejos de casa y no dentro de su mismo barrio.

Urbes donde se vive por la fiesta y para la fiesta

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Ciudades donde las festividades no terminan

Imagínate en un club repleto de hombres y mujeres, todos encendidos al ritmo de la música que suena tan alto que no pueden escucharse entre sí, todos buscan lo mismo: sexo. Esa es prácticamente la descripción de cualquier antro dedicado a la rumba, pero ahora debes maximizar ese antro hasta que sea tan grande como una ciudad. Las personas que viven rodeadas de promiscuidad no conocen el valor de la monogamia, no está en ellos dedicarse a una pareja aunque no por egoístas y solo se ocupen por ellos mismos sino más bien porque son muy propensos a compartir, a explayar los horizontes de su imaginación constantemente porque la vida es una sola y deben disfrutarla mientras respiren.

Urbes con un plan de vida trazado

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Ciudades donde la disciplina es cultura

Por último tenemos las urbes en las que el destino de las personas está escrito desde antes que nazcan, tus relaciones, compromisos, parejas, desarrollo personal y profesional, etc. Cada aspecto de tu vida se calcula meticulosamente con años de anterioridad, es responsabilidad tuya cumplir con los estándares establecidos para que cruces las distintas líneas de meta dentro del tiempo pautado. Aunque la palabra “libertad” para no existir en éste tipo de cultura que se vive en las Urbes donde “todo se planea” su método parece ser efectivo, sus ciudadanos se casan, tienen hijos y entonces le enseñan a sus hijos a regir sus vidas siguiendo la misma línea que ellos siguieron para llegar al sitio donde se encuentren en ese momento. La presión sobre estas personas es realmente agobiante, pues vives bajo constante escrutinio, pero es efectivo el método aplicado cuando de resultados hablamos.

¿Puedes saber ahora si algún día llegarás al compromiso?

La respuesta es no. A pesar de tu crianza y tu formación, a la hora de la verdad eres tú quien posee la última palabra, si creciste rodeado de un ambiente promiscuo y no entiendes por qué las personas se consagran a una pareja tienes la opción de seguir tus raíces o de buscarle una explicación a la monogamia, al compromiso real de por vida; muchas veces nos sentimos como si no perteneciéramos al lugar en el que estamos, si eso te sucede debes simplemente irte y buscar tu verdadero norte. La crianza sobre la herencia genética y viceversa, el camino lo eliges tú y solo tú, no lo olvides, pero ahora sabes a qué atenerte y el por qué a veces parece estar condicionado tu camino sin importar que hagas.